Puede una mujer, cualquier mujer, habitar un mundo que ha soñado en el que su calidad de vida represente todo lo que ella merece?
Sin duda, es un tema que genera diversas opiniones: algunas personas sostienen que el destino marca nuestro camino, otras que no hay forma de salir de los mandatos sociales y culturales que se nos impone; otras que sí puede, pero los costos son altos: muchas veces, dejar de pertenecer a tu tribu.
Particularmente, creo que todas merecemos la oportunidad de replantearnos dónde estamos y dónde queremos estar; cuál es esa distancia que nos separa de uno y otro estado; qué podemos hacer y quiénes nos podrían acompañar en el camino. Sí, porque no estamos solas!
En su libro Expedicionaria, Stella Acosta nos provoca con estas palabras para darle cabida a esa sensación que nos impulsa a más:
Inquiétate.
Desacomódate.
Deja de ser la de todos los días.
Sacúdete el pelo, las estampillas,
los venenos.
Ponte la rabia, crúzate la cartera, cruza el túnel, atraviesa el puente.
Espérate del otro lado,
acude a tu encuentro
Muéstrate los dientes, las caderas,
el hueco del alma
di tu nombre, tu luto, tu cisne.
Están para ti hoy,
los Agostos florecidos.
Pisa con tus dos pies el mundo,
que para eso has nacido.
Autora: Stella Acosta
De su libro: Expedicionaria
Mirta Cox
www.mirtacox@gmail.com
Fbk: Mujeres que leen descalzas