martes, 28 de mayo de 2024

Expedicionaria: un viaje al interior de tu alma.

 Puede una mujer, cualquier mujer, habitar un mundo que ha soñado en el que su calidad de vida represente todo lo que ella merece?




Sin duda, es un tema que genera diversas opiniones: algunas personas sostienen que el destino marca nuestro camino, otras que no hay forma de salir de los mandatos sociales y culturales que se nos impone; otras que sí puede, pero los costos son altos: muchas veces, dejar de pertenecer a tu tribu.

Particularmente, creo que todas merecemos la oportunidad de replantearnos dónde estamos y dónde queremos estar; cuál es esa distancia que nos separa de  uno y otro estado;  qué podemos hacer y quiénes nos podrían acompañar en el camino. Sí, porque no estamos solas!

En su libro Expedicionaria,  Stella Acosta nos provoca con estas palabras para darle cabida a esa sensación que nos impulsa a más:

Inquiétate.

Desacomódate.

Deja de ser la de todos los días. 

Sacúdete el pelo, las estampillas,

los venenos.

Ponte la rabia, crúzate la cartera, cruza el túnel, atraviesa el puente.

Espérate del otro lado,

acude a tu encuentro

Muéstrate los dientes, las caderas,

el hueco del alma

di tu nombre, tu luto, tu cisne.

Están para ti hoy,

los Agostos florecidos.

Pisa con tus dos pies el mundo,

que para eso has nacido.

Autora: Stella Acosta

De su libro: Expedicionaria


Mirta Cox

www.mirtacox@gmail.com

Fbk: Mujeres que leen descalzas


lunes, 13 de mayo de 2024

 Sobre "callejear" Parte I








Qué callejeros que son esos pibes.  Así les va en el colegio!  Frase pedagogico-explicativa de mi madre,  colmada del saber popular de esa época.

 Hace unos meses me regalaron la frase “callejear con usted” como placer por andar.

El lujo de callejear. Una bendición si es de a dos y acompasados, desembocando siempre en algún cafecito bohemio y acanelado.  Una alegría compartida si es en grupo, disfrutando de la energía que se crea y cristaliza en risas. O sola, poniendo orden mental y dándome el tiempo que yo decida para observar.

Callejear por el barrio, por Buenos Aires, por un parque, como forma de desandar un camino semántico, encontrando nuevas respuestas, desarmándome,  impregnándome del sentido de belleza de otros que resuena con la mía: una ventana, un grafitti,  un mural, una enredadera que se ofrece generosa y descuidada. Callejea como rebeldía y  punto de encuentro.

En Madrid, el Museo Reina Sofía impulsa  a través del colectivo La Liminal “...el recorrido como principal vía de trabajo con el objetivo de generar espacios de encuentro que favorezcan la construcción de conocimiento, activar el pensamiento crítico y reclamar el espacio público como bien común”.

Continuará…