viernes, 21 de junio de 2024

 

Solsticio de invierno.



La mujer había traspasado la frontera de los cuarenta y sentía que aún tenía muchos objetivos que alcanzar  y sueños que cumplir; entre otras cosas, conocer el mundo.

Así que cuando llegó la primavera, salió a  recorrer los caminos. Para ganarse la vida, ayudaría a quien lo necesitase en lo que necesitase.

Se enteró que arriba, en la montaña, vivía una anciana  y sabia mujer que  ofrecía sus consejos y predicciones en base la lectura de las cartas. Así que pensó que sería buena idea comenzar su camino dirigiéndose hasta allí para preguntar por su destino.

Cuando iba llegando a la falda de la montaña, recordó que cerca vivía una amiga y quiso ir a visitarla. Notó que su corazón se alegraba sólo con pensar en volver a verla y recordar juntas su juventud.  Esta alegría se esfumó ni bien llegó a la cabaña, ya que la encontró enferma, así que decidió quedarse unos días para ayudarla en su recuperación.

Pasó una semana. Era indudable que la mujer quería ayudar a su amiga; además, ¿No había salido de su casa al mundo con el propósito de ayudar a quien lo necesitase en lo que necesitase para ganarse la vida? Sabía que allá arriba seguía estando la anciana; ella podría esperar unos días para preguntar.

Pasó la segunda semana y su amiga no parecía mejorar. La mujer no tenía prisa todavía; era leal con lo que sentía por ella. Pasó la tercera semana, pasaron los meses y el verano…

Cuando llegó el otoño, la mujer sintió que empezaba a impacientarse, buscaba con la vista lo alto de la montaña y sentía sus ganas de ir hasta allí y de allí al mundo, pero al mirar a su amiga enferma se decía que no podía dejarla así.

Los meses se transformaron en años. La mujer de vez en cuando miraba hacia lo alto de la montaña, pero al final dejó de mirar.

Una tarde, durante una nevada, su amiga murió. La mujer se dio cuenta de que había perdido buena parte de su vida. Recordó que una vez había querido conocer el mundo, pero…

Mientras miraba el manto blanco, inhóspito y helado que formaba la nieve en el suelo, recordó una frase que alguna vez había leído en la página de un antiguo libro:

“En medio del invierno aprendí por fin,  que vive en mí un verano invencible”.

Adaptación de la historia "La mujer que se olvidó de sí misma"  narrado por Carmen Diez Saiz, psicóloga clínica; especialista en Terapia Gestalt.

La frase citada pertenece a Albert Camus.

martes, 28 de mayo de 2024

Expedicionaria: un viaje al interior de tu alma.

 Puede una mujer, cualquier mujer, habitar un mundo que ha soñado en el que su calidad de vida represente todo lo que ella merece?




Sin duda, es un tema que genera diversas opiniones: algunas personas sostienen que el destino marca nuestro camino, otras que no hay forma de salir de los mandatos sociales y culturales que se nos impone; otras que sí puede, pero los costos son altos: muchas veces, dejar de pertenecer a tu tribu.

Particularmente, creo que todas merecemos la oportunidad de replantearnos dónde estamos y dónde queremos estar; cuál es esa distancia que nos separa de  uno y otro estado;  qué podemos hacer y quiénes nos podrían acompañar en el camino. Sí, porque no estamos solas!

En su libro Expedicionaria,  Stella Acosta nos provoca con estas palabras para darle cabida a esa sensación que nos impulsa a más:

Inquiétate.

Desacomódate.

Deja de ser la de todos los días. 

Sacúdete el pelo, las estampillas,

los venenos.

Ponte la rabia, crúzate la cartera, cruza el túnel, atraviesa el puente.

Espérate del otro lado,

acude a tu encuentro

Muéstrate los dientes, las caderas,

el hueco del alma

di tu nombre, tu luto, tu cisne.

Están para ti hoy,

los Agostos florecidos.

Pisa con tus dos pies el mundo,

que para eso has nacido.

Autora: Stella Acosta

De su libro: Expedicionaria


Mirta Cox

www.mirtacox@gmail.com

Fbk: Mujeres que leen descalzas


lunes, 13 de mayo de 2024

 Sobre "callejear" Parte I








Qué callejeros que son esos pibes.  Así les va en el colegio!  Frase pedagogico-explicativa de mi madre,  colmada del saber popular de esa época.

 Hace unos meses me regalaron la frase “callejear con usted” como placer por andar.

El lujo de callejear. Una bendición si es de a dos y acompasados, desembocando siempre en algún cafecito bohemio y acanelado.  Una alegría compartida si es en grupo, disfrutando de la energía que se crea y cristaliza en risas. O sola, poniendo orden mental y dándome el tiempo que yo decida para observar.

Callejear por el barrio, por Buenos Aires, por un parque, como forma de desandar un camino semántico, encontrando nuevas respuestas, desarmándome,  impregnándome del sentido de belleza de otros que resuena con la mía: una ventana, un grafitti,  un mural, una enredadera que se ofrece generosa y descuidada. Callejea como rebeldía y  punto de encuentro.

En Madrid, el Museo Reina Sofía impulsa  a través del colectivo La Liminal “...el recorrido como principal vía de trabajo con el objetivo de generar espacios de encuentro que favorezcan la construcción de conocimiento, activar el pensamiento crítico y reclamar el espacio público como bien común”.

Continuará…

viernes, 8 de marzo de 2024

8 de marzo 2024.

 


Día Internacional de la Mujer

Que todas las Mujeres podamos decidir qué Ser, Hacer y Tener.  Y también cómo lograrlo.

8 de marzo 2024  que no sea un Día Internacional de la Mujer más.

Tomemos acción para nuestra vida.

Mirta Cox







sábado, 24 de febrero de 2024

La etiqueta no es el talle.

 .

La etiqueta no es el talle

Lees en la vidriera “SALE” “Oferta” “Liquidación” y entras emocionada al negocio; vas derechito para el perchero de los vestidos; y sí… ahí está… como esperándote: el vestidito negro, el Little black dress que tanto recomiendan tener y que a vos te viene haciendo falta desde hace tanto tiempo! El último que queda. Miras la etiqueta:“Large”... ¡Tu talle! ¡Tu día de suerte! 

Sentís tu corazón latir más rápido, tomás el vestido con percha y todo, entrás decidida al probador y… Te queda chico... ¡Qué bajón! Entonces te decís: pero, si no engordé… si de esa marca siempre llevo “Large”… ¿Será que me cambió el cuerpo, como decían las abuelas?

Vestido en mano, te acercás a una vendedora y le planteas tu situación entre indignada y decepcionada. La mujer te explica que los vestidos salieron mal etiquetados de fábrica, pues alguien, sin cuidado, los marcó mal y nadie supervisó este trabajo.. Por eso están de oferta. El vestidito, en realidad, es “Medium” y es el último de ese modelo, no hay chance de que haya otro para probar.

 Sentís bronca, pero también cierto alivio: No sos vos; es que la etiqueta, no era el talle verdadero y te quedas pensando…

¿Será



que te pasó en la infancia o en la adolescencia, que te etiquetaron como la lenta, la egoísta o tal vez que con ese carácter no ibas a tener novio; que eras linda pero antipática o tímida y que así no ibas a tener amigos…?

Sí, es así, te etiquetaron con la visión y las expectativas de otros. Te pusieron rótulos que te incomodaron, te ajustaron, te reprimieron y como no te conocías a ti misma, no conocías el mundo porque eras chica, no pudiste reclamar por la etiqueta como hiciste con el vestidito negro.

Y así te quedaste, con una imagen que no te hace feliz, que te tira para atrás. Lo bueno, es que Pero hoy, te diste cuenta de que no eres tu; son las etiquetas que no coinciden con tu talle; tu talle de persona que quiere una vida más feliz, de trabajadora que sueña con otras posibilidades, de mamá que quiere afirmarse en su rol, de amiga que busca relaciones más sanas o de pareja que quiere sentirse bien tratada…


jueves, 8 de febrero de 2024











MI DECLARACIÓN DE AUTOESTIMA

Virginia Satir

“Yo soy yo.

En el mundo entero no hay nadie que sea exactamente como yo.

Hay personas que se parecen a mí, pero nadie llega a ser exactamente como yo. Por tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío porque yo sola lo elegí.

Soy dueña de todo lo que me constituye: mi cuerpo y todo lo que él hace, mi mente y todos sus pensamientos e ideas, mis ojos y también las imágenes que ellos ven, mis sentimientos, sean los que sean (enfado, júbilo, frustración, amor, desilusión, entusiasmo); mi boca y todas las palabras que de ella salen (corteses, dulces o ásperas, correctas o incorrectas), mi voz, áspera o suave, y todos mis actos, sean hacia otros o hacia mí misma.

Soy dueña de mis propias fantasías, sueños, esperanzas y miedos. Son míos todos mis triunfos y mis éxitos, mis fallos y mis errores.

Como soy dueña de todo lo que hay en mí, entonces puedo relacionarme íntimamente conmigo misma. Al hacerlo, puedo amarme y ser amiga de todo lo que hay en mí. Entonces puedo trabajar en mí, sin reserva, para mi mayor interés.

Sé que en mí hay aspectos que no entiendo, y otros que desconozco, pero mientras me acepte y me quiera tal y como soy, puedo, con ánimo valiente y esperanzado, buscar las soluciones a todos los enigmas y la manera de saber más cosas sobre mí misma.

Todo lo que miro y digo, cualquier cosa que expreso y hago, y todo aquello que pienso y siento en un momento dado, todo esto soy yo. Todo ello es auténtico y representa el instante en el que me encuentro en ese preciso momento.

Cuando más adelante recuerde qué aspecto tenía y cómo hablaba, lo que decía y lo que hacía, cómo pensaba y sentía, algunas partes de mí pueden parecerme fuera de lugar. Entonces puedo descartar lo que no me sirve y conservar lo que me parezca adecuado, y crear algo nuevo que reemplace a lo que he descartado.

Soy dueña de mí misma, y por lo tanto puedo construirme.

Yo soy yo, y estoy bien tal y como soy”.

Virginia Satir 










 

domingo, 28 de enero de 2024

Learnability o habilidad para aprender



"Learnability"  es un concepto formado a partir de las palabras del idioma inglés "learn" (aprender ) y  "ability" (habilidad). Se puede traducir, entonces,  como "habilidad de aprender", aunque en los países de habla hispana se suele denominar también como "aprendibilidad", que si bien no es tan usado, es correcto que lo conozcamos porque pertenece a nuestra lengua hispana.

¿Cómo se puede hacer visible este concepto?

Para apreciarlo, visibilizarlo podemos apuntar a dos dos capacidades que lo identifican:

  • La capacidad de seguir aprendiendo.
  • El deseo por conocer nuevas cosas y desarrollar habilidades distintas que poseen las personas. 
Según el Foro Económico Mundial, hacia el año 2025, la capacidad de innovar y la actitud para aprender a lo largo de la vida, serán dos habilidades imprescindibles para interactuar en el mundo laboral.